Todos estamos hechos de lo mismo
La vida nos enseña como la gente cambia de luna, o quizás sea que la luna cambia a la gente. Todos estamos hechos de lo mismo. Cada uno elige su camino, y qué difícil es saber por cual queremos andar. Esperamos tanto a veces de gente que aún no sabe, ni siquiera, que está en un camino a algo.. a su propio futuro. Ellos no pueden darse el lujo de conocer realmente a la gente cuando no conocen mucho de ellos mismos. Somos todos tan iguales y tan diferentes que cuando conectamos de alguna forma con alguien, pensamos que es igual que nosotros y eso no existe. Cada persona tiene su lucha, cada uno decide que hacer, cómo reaccionar, que le sorprende o que le gusta. Cada persona es una galaxia completa y nosotros solo vemos algún que otro planeta de toda esa inmensidad. Qué poca es la gente que realmente se enfoca en si misma, para mejorar siempre, y cuánta gente nos cruzamos que cumple su etapa en nuestras vidas, siempre una enseñanza te dejan, así sea no volver a confiar en nadie tan fácilmente.
Se me ocurre pensar qué triste es cuando se cruzan dos personas, cuando tienen tanto que dar y no pueden. Pero no es que no pueden porque no saben cómo, sino que no todos podemos abrirnos con todo el mundo. Y aunque a veces nos abrimos con personas equivocadas, no podemos nunca saber si lo son o no, hasta que lo hacemos.
Tenemos tanto que pensar antes de actuar, sin embargo nos gusta la adrenalina, nos gusta ver hasta donde podemos llegar y de qué manera. Nos gusta rompernos a veces también, y hasta pareciera que nos gusta lastimarnos. Si lo pensamos de un lado... Del otro lado quizás parezca que nos gusta lastimar a la gente, que hacemos las cosas que hacemos porque estamos heridos y no conseguimos sanar. Quizás es hora de ocuparse de uno mismo y dejar de ver alrededor. No me refiero a no prestar atención o no saber qué hay a tu alrededor, sino a no darle la importancia que no se merece y que la mayoría del enfoque esté en uno el 75% del tiempo.
No hay nada más importante en el mundo que nosotros mismos, no hay nada cuando estamos solos. La gente se aleja, cambian las amistades, vas cambiando la gente en la que confías pero te tenes a vos. Querete, caete bien. Que tema es convivir con uno mismo, no? Pero no hay nada más importante que entenderse. Que saber qué me gusta y que quiero. Sobre todo saber que no quiero..
A veces hay que aceptar que nos confundimos, por mas doloroso que sea. Hay que pedirnos perdón a nosotros mismos, por permitir que nos lastimaran, por dejar entrar a la persona equivocada. No es culpa de ellos, todo lo contrario.. deberíamos sentir pena por la gente que nos lastima. No saben cómo controlar sus emociones, y no llegan a ese punto queriendo hacer mal al resto. Aunque si muchas veces son conscientes de hacerlo, quizás se están poniendo ellos primeros que nadie, y eso está bien. Uno está antes que todo. Tenemos que aprender a darnos el valor que merecemos, de esa forma, demostramos realmente lo que somos, lo que valemos. Si no nos valoramos y no nos queremos, nadie lo va a hacer. Le vamos a mostrar a los demás que para nosotros no somos importantes y con eso se quedan, con que no sos importante. Morite de amor, pero de amor consciente.
No dejes entrar a personas por creer que conectan, por creer que si esa persona conoce tus batallas, te va a entender. No siempre es así. A todos nos cuesta mucho entender batallas de los demás. Sobre todo porque nos enfocamos en las nuestras, porque pensamos que nuestras batallas son las peores que le puede pasar a una persona y siempre es así para uno mismo, pero no para todos. Cada uno pasa y siente las cosas de forma diferente, todos tenemos mil formas de reaccionar, mil formas de actuar. Nunca pienses en como va a reaccionar alguien... O mejor dicho, nunca esperes algo de alguien. La expectativa que generas, termina en desilusión el 98% de las veces. Que las expectativas sean con uno mismo, sabiendo hasta donde podemos llegar o sabiendo que no nos ponemos un límite. Y si existe un límite, que no sea eterno, trabajar para lograrlo, siempre. Aunque sea difícil sentarse con uno mismo a averiguar que es lo que realmente queremos, que nos hace bien, que nos hace mal... Siempre es necesario. Tenemos que conocernos para hacernos bien. Tenemos que hacernos bien para poder hacerle bien a los demás. Y aunque en algunas personas sólo seamos una etapa, esforzarse para ser una buena etapa. Para que la gente que no nos vuelve a ver o se distancie por alguna razón, siempre recuerde todo con una sonrisa. Siempre se quede con lo bueno.
Comentarios
Publicar un comentario